Amados y amadas en Cristo, al poder observar todo cuanto nos rodea podemos darnos cuenta de la inmensa sabiduría de Jehová y de Su magnificiencia, Veamos:
" ... 93 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de poder.
Afirmó también el mundo, y no se moverá. ... " Salmos 93: 1
" ... ¡Oh Señor, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra, que has desplegado tu gloria sobre los cielos! ... Salmos 8: 1
" ... 4 Generación a generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos hechos
5 La hermosura de la gloria de tu magnificencia. Y tus hechos maravillosos, hablaré. 6 Y la terribilidad de tus valentías dirán los hombres; Y yo recontaré tu grandeza... " Salmo 145: 4 - 6
" ... 1 Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, cuán grande eres; te has vestido de esplendor y de majestad, 2 cubriéndote de luz como con un manto, extendiendo los cielos como una cortina. 3 El es el que pone las vigas de sus altos aposentos en las aguas; el que hace de las nubes su carroza; el que anda sobre las alas del viento; 4 que hace de los vientos sus mensajeros, y de las llamas de fuego sus ministros. 5 El estableció la tierra sobre sus cimientos, para que jamás sea sacudida. ... " Salmos 104: 1- 4
Por lo tanto, me arrodillo delante del Padre porque es digno:
" ...14 Por esta razón me arrodillo delante del Padre,15 de quien recibe nombre toda familia[a] en el cielo y en la tierra.16 Le pido que, por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser,17 para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor,18 puedan comprender, junto con todos los *santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo;19 en fin, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios. 20 Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,
21 Y a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén ..." Efesios 3: 14-20
Meditemos:
Amados y amadas, hasta qué punto realmente tenemos esa conciencia acerca de nuestro Amado Padre Celestial, como bien expresa el versículo 3: 15... para reconocer que toda familia recibe nombre, no cualquier nombre, el Padre ha diseñado a toda familia en el cielo y en la tierra, de manera que la suya, ... la mía también y de Jehová todas las familias recibimos nombre.
Debemos estar muy agradecidos, al saber que somos valiosos para Dios porque se ha tomado el tiempo para dar nombre a cada familia, gloria a Dios, en el nombre de Jesús.
Prosigamos con el versículo 3: 16, donde Pablo desata fortaleza y poder, para nosotros en lo más íntimo de nuestro ser, por medio del Espíritu, amén. Más aún, noten las palabras: " ... con poder que procede de sus gloriosas riquezas... " Amén hermano y hermana, que maravillosas son las provisiones celestiales.
Ahh, pero solamente por Fe Cristo puede habitar en nuestros corazones, verso 17, debemos estar arraigados y cimentados en amor.
La palabra arraigados, significa:
- Echar raíces.
- Hacerse firme y duradero bien sea un sentimiento o una costumbre.
- Establecerse una persona fija en un lugar, vinculándose con personas y cosas de allí.
Entonces, nosotros debemos echar raíces en Cristo Jesús, hacernos firmes y duraderos por medio de Él, estableciéndonos fijamente, que nada ni nadie nos mueva de ahí, de nuestro amor al Padre amado, quien es merecedor de nuestra adoración, y servicio constante. Jesús es nuestro vínculo con el Reino de los Cielos, Jesús envió al Espíritu Santo cuando ascendió a los cielos de Jehová, al cumplir y pagar el precio por todos los que crean y lo reciban.
Tenemos al Precioso Espíritu Santo con nosotros, si le damos el lugar en nuestra vida, si le hablamos diariamente, en todo momento, si cultivamos su maravillosa amistad ... de manera que el Espíritu Santo pueda realizar la misión con cada persona, como el Padre le ha asignado a través de Jesucristo.
Asimismo, nos vinculamos con el Reino celestial y con el Padre por medio de leer la Palabra de Dios de forma diligente, saboreándola, sí amados y amadas, saborearla.
Por ejemplo: En lo personal, me gusta muchísimo la miel de abeja, y anhelo incluso poder chupar un pedazo de panal de miel, es para mi un manjar delicioso.
Por lo cual, le digo a mi amado Padre Celestial, que Su Palabra me resulta deliciosa como la miel a mi paladar, saboreo la Palabra de Dios de esa manera tan deleitosa. Lo disfruto tanto que es mi mayor deleite. Y es maravilloso meterse en el relato de las diferentes porciones bíblicas que escudriñemos, ser un personaje más observando lo que están haciendo. Traten de disfrutar la lectura de la Palabra de Dios más aún.
De modo que , cada persona tiene un alimento que le resulta delicioso y muy placentero, cuál es el suyo? ... Disfrute mucho leer entonces la Palabra de Dios comparándola con el alimento que le guste más, disfrute, deléitese. Conozca cada momento más: al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Familiaricese con las maravillosas hazañas que ha hecho nuestro Padre, y que continúa haciendo. Amén
Volvamos a lo que Pablo escribió en Efesios 3: 17, dice que cimentados, de qué manera podemos cimentarnos. Veamos algunos significados para esa palabra:
- Poner los cimientos a una construcción.
- Asentar una cosa material en unos principios o fundamentos determinados.
Debemos amados y amadas, disponer nuestro corazón y nuestro espíritu, para comprender lo inmenso del amor de Dios y de Su hijo Jesucristo para con cada uno de nosotros. Sí, el amor de Cristo sobrepasa nuestro conocimiento, por lo cual debemos pedir al Espíritu Santo que nos ayude a llegar a esa comprensión, porque sin ella no podemos servir y dar gracias al Padre y a Su hijo Jesucristo, con la plenitud que merecen.
Además, debemos estar seguros que Dios tiene el poder de hacer cualquier cosa, como dice Pablo en el versículo 20 y nosotros podemos accesar a las bendiciones, a todo lo que el Padre tiene y ha diseñado para cada uno de sus hijos e hijas, a través de:
- Jesús.
- La Sangre de Jesús.
- El Espíritu santo.
- La Palabra de Dios.
- La obediencia.
Para concluir, como dice el versículo de Efesios 3: 21
" ... Y a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén ..."
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